viernes, 10 de octubre de 2014

Primates

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lunes, 11 de agosto de 2014

Tragedia en Hiroshima

El 5 de agosto del 1945, en pleno verano, me desperté para ir al colegio. Mientras miraba la tele y desayunaba, solía demorarme. “Se te va a hacer tarde, tenés que salir ahora”, exclamó mi mamá. Me cepillé los dientes rápidamente y partí hacia la escuela. Al llegar a la escuela, me encontré con una ronda de niños encerrando a Hanso que, orgulloso, contaba la historia de cómo su papá, que pertenecía al escuadrón kamikaze, había salvado a mi país. ¡Qué envidia me daba! Al igual que el lunes anterior, la directora informó a toda la escuela que ese día la institución debía cerrarse más temprano, finalizando la oración con un desperfecto tembloroso en su voz. 

Estaba contento con regresar temprano de la escuela. En el recorrido hacia mi casa me crucé con una muchedumbre que portaba cientos de carteles relacionados con la guerra, que creo que indicaban que estábamos triunfando. Pensé en lo absurdo que era que el conflicto continuara ya que los enemigos nunca podrían ganarle a mi papá, él era el hombre más fuerte del mundo. 

Cuando llegué a casa, la vi a mi mamá con los ojos mojados. “Es sólo la sal del mar que porta el viento” me contó ella. Quería creerle, pero sentía que me estaba mintiendo. Ella estaba leyendo el diario, en el que según pude ver, había una foto de una nube muy gris. Sin darle mayor importancia, me cubrí los ojos con mis manos y me recosté sobre mi cama.

El día siguiente, lo recuerdo perfectamente, fue el peor de mi existencia.

Me despertó un inmenso estruendo. Me levanté de mi cama con mucha dificultad. Estaba muy asustado, ¿Mamá, dónde estás?. Sentía pinchazos por todo el cuerpo. Me dirigí hacia la cocina. El piso estaba muy caliente, más de lo normal, mis pies se pegaban al metal de las escaleras. 

Al llegar a la cocina, encontré a mi mamá arrastrándose por el suelo. ”Ahora sos el hombre de la casa hasta que llegue,cuida a mama”, era en lo que me había dicho mi papá antes de que se marche en todo lo que podía pensar en ese momento. Mamá tenía su cara como los soldados que solía quemar en el jardín. La tomé de los brazos, quedándome con pedazos de ella en mis manos. En ese momento me sentí desesperado y asustado, mamá era todo lo que tenía y no podía perderla, no sólo para no quedarme solo, sino que también para no deshonrar a mi papá.  Mamá señaló a la puerta con sus brazos, estaban como aquellas velas que en esa época abundaban en las pagodas del pueblo. Lo único que hizo fue balbucear, pero le entendí.

Afuera vi la misma nube del diario,negra y atemorizante. Mis ojos estaban como los de mamá. Traté de convencerme que no tenía miedo, que las lágrimas que tenía eran por mis ojos chamuscados y el humo. No fui capaz de ser el hombre de la casa, deshonré a mi padre y me he quedado solo.



Explicación:

Revisando los comentarios hechos por la profesora y una compañera, me dí cuenta de algunos de los errores del relato. La verosimilitud en este relato es algo en lo que me quiero centrar, para hacer que el relato sea más real. Primero, le agregué como título “tragedia en Hiroshima” y en el comienzo agregué el día y año para que el lector sepa desde el comienzo en qué suceso histórico está basado el relato. Luego, modifiqué la estación en la que transcurre el relato. Como el suceso de Hiroshima fue real, no puedo poner cualquier estación, sino el relato perderá verosimilitud. Cambié la estación de invierno a verano. También, modifiqué la última parte cuando el niño se despierta sin darse cuenta de la explosión porque no puede ser que el niño sufra los efectos de la explosión sin haberla escuchado. 
En cuanto al tiempo, conservé la cronología y la elipsis para contar los sucesos que ocurrieron en orden y hacer que las horas pasen en cuestión de instantes.
También conservé la voz homodiegética y la focalización interna para que siga siendo narrada por el niño. Decidí que el vocabulario del narrador no sea complejo, sino que asimile ser el de un niño y demostrar que los pensamientos de este también son adecuados al de un niño común. 
En cuanto a la distancia narrativa, modifiqué el discurso citado aclarando el personaje que habla (por ejemplo: [”Ahora sos el hombre de la casa hasta que llegue,cuida a mama”, era en lo que me había dicho mi papá antes de que se marche en todo lo que podía pensar en ese momento] y [“Es sólo la sal del mar que porta el viento” me contó ella]) y en el resto del relato conservé el discurso narrado.
El discurso indirecto libre en el anteúltimo párrafo (”Ahora sos el hombre de la casa hasta que llegue,cuida a mama”) causa un efecto dramático ya que el padre le dió la responsabilidad de cuidar a su mamá y en ese momento el niño estaba en riesgo de perderla, causándole desesperación.
Agregué los sentimientos y pensamientos que el niño tenía en el momento que agarra a su madre de las manos y se le quedan pegados trozos de ella en sus manos debido al derretimiento de su piel porque me pareció una oración muy importante en el relato.
Extendí el relato y cambié errores temporales.

martes, 10 de junio de 2014

Comentario sobre "El Túnel" por Ernesto Sábato

El libro me gustó muchísimo, el narrador, Juan Pablo Castel, cuenta en primera persona cómo es que conoció a María Iribarne hasta que decide asesinarla en la estancia donde vivía Hunter (primo de María). El narrador es muy pesimista ya que le ve el lado malo de la vida casi siempre, es muy curioso y se fija en cada detalle de cada acontecimiento. Juan Pablo, relaciona su vida con un túnel por el cual su vida va pasando y María se filtra por una ventana de su túnel, ya que esta como la mayoría de las personas no tienen un túnel, sino que están "esparcidos" en la vida. A pesar de ser un libro de mi agrado, me disgustó que al principio Juan Pablo revele la muerte de María, ya que supe el final desde el principio, siendo mi intriga leve.
El narrador en este libro es parcial, porque relata la historia a través de su punto de vista por toda la historia sin cambiar de narrador ni de punto de vista. También, esta historia es verosímil, puede ser real ya que no presenta ningún acontecimiento sobrenatural.
Este relato es una analepsis porque se cuenta después lo que sucedió antes, es repetitivo ya que cuenta repetidamente algunos casos que ocurrieron una vez, el narrador es homoflegético con focalización interna (cuenta episodios en su vida).

viernes, 2 de mayo de 2014

El túnel - Ernesto Sábato

El principio del libro es muy bueno y atrapante debido a que el narrador tiene un pensamiento particular, es un pintor que mató a una mujer y piensa que los asesinos no son malos, en cierta forma son inofensivos, porque ayudan a limpiar la sociedad de individuos negativos. Él cree que la frase "todo pasado fue mejor" es errónea ya que cuando pensaba en su pasado siempre recordaba las cosas malas. Este personaje me da la sensación de que es una persona pesimista porque describe al mundo como horrible. Estoy ansioso de seguir leyendo el libro ya que siento que no va a ser parecido al resto de los libros debido a su introducción.

martes, 29 de abril de 2014

Cuento de la foto

El miércoles se cumplirian doce años desde que Ulises murió. Su hermano siempre iba, cuando podía, al edificio donde Ulises decidió quitarse la vida después de secuestrar a catorce personas por seis horas, él creía que así podrìa llegar a comprender por que lo hizo.
Esa tarde, hace casi doce años, Iván se sorprendió al ver a Ulises, su hermano, muerto en las noticias de las seis. Al pasar algunos meses y poder procesar todo lo ocurrido, Iván sintió envidia de las catorce personas que su hermano eligió para pasar sus últimos momentos.
Sin embargo, Iván pudo progresar sin su hermano. Se casó con la mujer con la que hoy comparte dos hijos, de los cuales el mayor, Julio, es su preferido aunque él no lo quiera admitir. Ivan se recibió siendo el primero de su clase de ingeniería, a la corta edad de 21 años debido a su facilidad de estudio. Tras recibirse, se empleó en la prestigiosa empresa responsable por la construcción del edificio donde su hermano, inexplicablemente, cesó su existencia.
Regresó a su casa, después de incontables horas frente al edificio donde se empleó, sus hijos y su esposa estaban dormidos. Me dormí al lado de mi esposa, me imaginé una vida con mi hermano y me di cuenta que daría mi título en ingeniería, a mis hijos y a la persona que está ahora al lado mío, solo por poder preguntarle: ¿Por qué decidiste dejar de ser mi hermano?

El joven ingeniero comenzó su nuevo día, desayunó tostadas con café, que su hijo, Julio, de ocho años, ayudó a preparar. Me puse mi saco, ese que siempre uso en el trabajo, pensé en todas las cosas que tenía que hacer, saludar a mi secretaria, Sofía, tomar un segundo café y analizar los planos, esos que tenía que entregar el jueves próximo. Odié cada minuto de tiempo libre, me ponía a pensar en lo que en realidad me pasaba.

Me fui temprano del trabajo mi cabeza me estaba quemando, mis axilas húmedas lo delataban; algo no estaba bien conmigo¿Hace cuánto que no me enfermaba? Me di cuenta que no tenía recuerdo de ninguna enfermedad, incluso de joven. Ahí fue cuando lo ví, era Ulises. Lo tomé del hombro. Estoy seguro de haberlo visto en la calle, pero no recuerdo como llegué al subte. Se dió vuelta, y de repente estaba, agitado, abriendo la puerta de mi casa.

Tenía miedo de girar el frío picaporte de invierno ¿Estaba en la casa correcta?¿Qué pasó con Ulises? Una cálida brisa de verano rozó mi mejilla, la casa era la misma, pero las paredes eran grises y maltratadas, la alfombra que solía cubrir todo el piso estaba deshilachada. La familia de Iván fue reemplazada por varios colchones con personas durmiendo en los rincones de su casa, y su traje cambió a un pedazo de tela deshecha por los años.

Iván trató de dormirse para tratar de volver a soñar lo que creía era un sueño, la histeria se apoderó de él, su mejillas estaban mojadas. De pronto, sin dormirse, volvió a ser un exitoso y joven ingeniero, estaba viendo una película con sus dos hijos y su mujer.