jueves, 16 de agosto de 2012

El Obelisco y el Teatro Colón


El obelisco: el símbolo de la ciudad
Con sus 67 m. de alto (equivalente a 32 pisos de un edificio tipo), su base de 7x7 metros, su original revestimiento de piedra blanca de oláen extraída de minas en las sierras de Córdoba, su estructura de hormigón armado hueca, por cuyo interior asciende una escalera de hierro de 342 escalones hacia las cuatro ventanas en el ápice y su pararrayos invisible para los peatones; el obelisco se impuso al alma de los porteños, convirtiéndose en uno de los símbolos más característicos de nuestra identidad ciudadana.
Según afirman diversos psicoanalistas, su natural vinculación con lo fálico hace del obelisco un referente de poder y veneración para todo ser humano. Una interpretación vernácula del símbolo permite asociarlo a la ruda moral del tango y la milonga, en la que el poder del hombre es un atributo esencial, también demandado por la mujer.
Ese vínculo con la música típicamente porteña permitió acaso al obelisco convertirse muy pronto en el símbolo de la ciudad.
Historia:
En 1936, las cuadrillas municipales ya habían abierto un gigantesco hueco en pleno Buenos Aires por donde pasaría la avenida 9 de Julio, "la más ancha del mundo".
En el medio de ese claro que había dado por tierra con viejos cafetines y teatros de varieté, en el cruce con la avenida Corrientes, se construyó la Plaza de la República. Y allí, como un gran mojón que cortaba a Corrientes, que ya habla dejado de ser angosta, se levantó el Obelisco.
Fue el homenaje de Buenos Aires al Cuarto Centenario de su Primera Fundación y representaba el espíritu progresista de una época. Por entonces, el intendente era Mariano de Vedia y Mitre, a la vez que ejercía la Presidencia de la República el General Agustín P. Justo.
El anuncio de su construcción provocó una verdadera polémica, hubo muchas críticas de los vecinos y en especial de los opositores al oficialismo, por entonces conservador. Se cuestionó su presupuesto, y hubo inclusive reclamos por supuestos actos de corrupción.
El diseño fue del Arquitecto Alberto Prebish, e intentaba resolver con elegancia y monumentalidad el triple cruce de dos de las más importantes avenidas de la ciudad, a las que se agregaba la Diagonal Norte, recientemente construida.
Su construcción, a cargo de la compañía inglesa Siemens, Bawnion, Geope, Green & Bilfinger, duró apenas cuarenta días y fue llevada a cabo por más de 150 obreros que trabajaron en dos turnos, se debieron salvar las dificultades que significaban los túneles del subterráneo mediante la construcción de bóvedas en su fundamento.

Teatro Colón
El Teatro Colón, situado en la Ciudad de Buenos Aires, es uno de los teatros de ópera más importantes del mundo por su tamaño, acústica1 y trayectoria. Es considerado uno de los cinco mejores teatros para la ópera por su espectacular acústica.
Comparable a La Scala de Milán, la Wiener Staatsoper, la Ópera Semper de Dresde, y la Ópera de París, es índice inequívoco de consagración y cita ineludible de quienes aman la música. El Colón ha sido desde siempre un teatro venerado por los públicos y por los más grandes artistas.
A fines del año 2006, el Teatro Colón fue sometido a un profundo proceso de restauración consertiva y modernización tecnológica, que le devolvió el brillo original de sus años de esplendor, logrando mantener su acústica. Fue reabierto el lunes 24 de mayo del 2010, como parte de los festejos del Bicentenario de la Argentina.
El edificio ocupa 8.200 metros cuadrados y la superficie total es de 58.000 m² en el predio delimitado por las calles Tucumán, Libertad, el pasaje Arturo Toscanini y la calle Cerrito (Av. 9 de Julio) desde donde se contempla una excelente perspectiva del teatro.
Con capacidad para 2.487 espectadores sentados (alcanzando los 4.000 con los puestos de pie) divididos en siete niveles, la sala agota las posibilidades de la forma de herradura a la italiana - es una de las mayores del mundo - tiene 32 metros de diámetro, 75 de profundidad y 28 de altura en un entorno de estilo ecléctico, que combina el neorenacentismo italiano y barroco francés, el diseño del teatro presenta una rica decoración en dorado y escarlata.
La cúpula original de Marcel Jambon se dañó con filtraciones de humedad después de un baile de carnaval en los años 30; y fue vuelta a pintar en 1966 con motivos musicales por el reconocido artista contemporáneo Raúl Soldi rodeando a la araña central de 7 metros de diámetro con 700 bombitas eléctricas.
El escenario tiene 35 metros de profundidad por 34 de ancho y la boca de escena es una de las más grandes en los teatros con forma de herradura a la italiana.
Rodean la sala, el gran hall de entrada (Foyer), el Salón Dorado, el Salón de los Bustos, el Salón Blanco y el Museo que alberga los trajes utilizados por algunas de las celebridades que pasaron por su escenario.
El Instituto Superior de Arte, la biblioteca, el Centro de Experimentación Musical y los talleres conforman dependencias extraordinarias que lo diferencian de otros teatros del mundo debido a que la mayoría de las puestas en escena, telones, elementos escenográficos, de vestuario y todo lo necesario para una producción completa se construyen en las mismas dependencias del teatro. Tanto el instituto como los talleres y los cuerpos estables de coro, orquesta y ballet son un semillero de talentos que han dado prueba de la capacidad profesional y artística de sus egresados y empleados.

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